viernes, 12 de junio de 2015

Abonando miserias

Por Javier Bleda


El 11-M fue sin duda el peor atentado terrorista de la historia de España en términos cuantitativos, porque en términos cualitativos cada afectado de todos los demás atentados debe llevar la procesión por dentro. Se ha escrito mucho, muchísimo diría yo, sobre lo ocurrido aquél día, sobre posibles vías de planificación del mismo, posibles conspiraciones y hasta se ha escrito de las intimidades del proceso judicial por la persona que compartía sábanas con el togado mayor de la causa. Y a pesar de todo, a día de hoy, pasados tantos años como días del mes marcaba la fecha del atentado, la sociedad española sigue sin tener claro qué pasó realmente más allá de la evidencia de los doscientos muertos en muerte y los casi dos mil muertos en vida, y eso sin contar a los miles de familiares directos que también fueron, y continúan siendo, muertos colaterales vivientes.