viernes, 12 de junio de 2015

Abonando miserias

Por Javier Bleda


El 11-M fue sin duda el peor atentado terrorista de la historia de España en términos cuantitativos, porque en términos cualitativos cada afectado de todos los demás atentados debe llevar la procesión por dentro. Se ha escrito mucho, muchísimo diría yo, sobre lo ocurrido aquél día, sobre posibles vías de planificación del mismo, posibles conspiraciones y hasta se ha escrito de las intimidades del proceso judicial por la persona que compartía sábanas con el togado mayor de la causa. Y a pesar de todo, a día de hoy, pasados tantos años como días del mes marcaba la fecha del atentado, la sociedad española sigue sin tener claro qué pasó realmente más allá de la evidencia de los doscientos muertos en muerte y los casi dos mil muertos en vida, y eso sin contar a los miles de familiares directos que también fueron, y continúan siendo, muertos colaterales vivientes.

lunes, 2 de febrero de 2015

Prostitución de menores con garantía legal

Por Javier Bleda

 Murcia es una ciudad pequeña se mire por donde se mire, y el hecho de ser comunidad autónoma uniprovincial no hace que la talla física dé más de sí, en todo caso el orgullo regionalista puede inducir a la grandeza, pero nada más. Mi introducción sobre la talla de la capital huertana viene a colación de una noticia que ha atravesado las fronteras locales, regionales, y hasta internacionales, medio escandalizando a la población por haberse descubierto una trama de prostitución en la que parece había implicadas algunas menores. Ahora bien, a pesar de ser algo escandaloso (que lo es) el que chicas adolescentes anden atrapadas en un mundo de lupanares ambulantes, lo que llama poderosamente mi atención es que durante mucho tiempo un catálogo de, ni más ni menos, 400 señoritas, o las que fueran, estuviera circulando vía Whatsapp en un entorno tan reducido como la capital murciana, con salidas esporádicas a alguna población cercana, y finalmente esto se conociera, entre otras cosas, porque los padres de una de ellas, menor de edad, indagaron la procedencia de los emolumentos que su hija recibía como canguro, los cuales superaban con creces la media de lo habitual.