por Maribel Ortíz
En el a veces inescrutable mundo del periodismo hay quienes pasan desapercibidos, otros que marcan su territorio y hasta quienes se convierten en celebridades, pero en menor medida también hay periodistas de esos que se parecen a los detectives más auténticos del cine policiaco en blanco y negro, y sin lugar a dudas ese es el caso de Javier Bleda, quien fuera director, entre otros medios, del diario YA, la revista MC de Mario Conde y la revista de investigación Artículo 20.
De él se ha dicho y escrito mucho, tanto que es suficiente escoger algunas de esas opiniones para imaginar a la perfección de quién estamos hablando. Por ejemplo, el conocido periodista de investigación José Díaz Herrera, en su libro Pedro J. Ramírez al desnudo, manifestaba que “Javier Bleda se hizo periodista en la barra de un bar, que es donde se han hecho los grandes maestros del periodismo español, desde Mariano José de Larra hasta César González Ruano”, y después añadía que “Javier Bleda es un chico malo, tal vez hijo de un cruce entre lobo estepario y mujer, como así ocurría en la mitología”.
El también periodista, Víctor Márquez Reviriego, afirmó en una tertulia radiofónica que “Javier Bleda es un periodista navajero de Albacete, de los que se fajan en la calle”. El periodista de investigación Gregorio Roldán, conocido por destapar el caso del Nani, afirmó que Javier Bleda “Es como esos vaqueros que llegan solitarios, bajan del caballo, entran al bar con el sonido de las espuelas y miran fijamente a todo el mundo mientras se hace el silencio”.
Antonio García Pelegrín, en su libro El Gal digital, le dedicó un capítulo titulado “Bleda, el Donnie Brasco de los GAL”. El periodista Jesús Cacho, en su libro El negocio de la libertad, escribió que los artículos de Javier Bleda son “incendiarios” y Pedro J. Ramírez, en su libro El desquite, escribía sobre el “Entusiasmo, la perseverancia y hasta por momentos el ingenio con que el «niño Bleda» escribía sus artículos”.
El conocido vidente Octavio Aceves (que en paz descanse), gran amigo de Javier, le dio un consejo que nunca siguió “Yo, a veces, me tengo que callar cosas que veo, y tú, Javier, deberías hacer lo mismo con cosas que sabes”. Y Félix de Azúa, miembro de la Real Academia, apuntó en el diario El País que Javier Bleda era “afecto a la gomina, el calzado de doble hebilla y los relojes de oro tipo +”.
Maribel Garci-Grande: Javier, esta mínima introducción para que los lectores te conozcan hace que de verdad parezcas un chico malo.
Javier Bleda: Efectivamente, mi querida Maribel, con las palabras que has seleccionado de estas personas excepcionales puede parecer que soy el chico malo del periodismo, pero te puedo asegurar que, si en lugar de esta selección que has hecho sobre cosas que han dicho o escrito de mí, hubieras indagado un poco más en las no tan buenas entonces, en lugar de chico malo, lo que habría parecido es un demonio.
MGG: Y esto Javier, ¿por qué es así?
JB: Muy sencillo, si mi labor hubiera sido escribir artículos sobre turismo posiblemente mi paso por esta profesión estaría marcado por las ausencias de la pena y la gloria, pero decidí ser periodista de los que bucean en el inframundo de la realidad paralela, de esa que muchos imaginan pero pocos son capaces de ver, y es ahí donde no hay muchas oportunidades de hacer amigos, las verdades suelen ser urticantes.
MGG: ¿De verdad que hay tantas cosas ocultas o a veces pueden ser fruto de conspiraciones imaginarias?
JB: Ciertamente el mundo de las conspiraciones imaginarias está a la orden del día fruto del fácil acceso a las redes sociales, pero también, como mencionaba antes, hay toda una realidad paralela que interactúa con la realidad que vemos y que la distorsiona de una manera increíble. En uno de mis libros, Mario Conde, la reclusión del éxito, escribí que cuando era un niño mi padre me hizo ver a las personas mayores que ostentaban algún cargo o eran referentes sociales como ejemplos a seguir y respetar, pero la edad, la curiosidad y mi oficio me llevaron a descubrir todo lo contrario, eso no siempre era así.
MGG: Alguno de tus escándalos más sonados a este respecto que comentas fue con Pedro J. Ramírez cuando era director de El Mundo y sacaste a relucir un vídeo de su vida íntima.
JB: Sí, la verdad es que aquello fue una auténtica lucha de David contra Goliat, porque en aquellos momentos Pedro J. era un casi dios y yo no llegaba ni a monaguillo de parroquia de pueblo. Desde luego este es un ejemplo perfecto para ilustrar la realidad paralela de la que hablamos, porque Pedro J. era el ejemplo de virtudes a seguir y hasta quien marcaba la línea de lo que se debía considerar bueno o malo según su propia visión e intereses. Y no se trató de inferir en su vida íntima, sino que había una lucha encarnizada de poderes entre el propio Estado y los que manejan los hilos en la sombra. Yo estaba en medio de esa lucha y descubrí la trama de ambas partes.
MGG: También fuiste director de la revista de Mario Conde, ¿cómo fue esa experiencia?
JB: Mucha gente puede creer que aquella fue una experiencia de luxe, pero en realidad se trató de todo lo contrario. Para empezar hubo presiones increíbles desde los ámbitos más variados de las altas esferas para que yo no fuera el director, ¿por qué? Pues por la simple razón de que todo el mundo sabía que Mario tenía, y tiene, información muy sensible y que lo único que faltaba es que se uniera a alguien considerado un incendiario de la prensa como yo. De hecho el propio Mario, en una entrevista que le hice en la revista MC dijo esto: “Las presiones que recibí para no contar contigo alcanzaron cotas insuperables”. De entre todas aquellas presiones hubo una que no olvidaré por lo reiterada de la misma y la importancia de quien la hacía, Fernando Almansa (exjefe de la Casa de SM el Rey de España) dijo a Mario: “¿Cómo se te ocurre poner a Javier Bleda a dirigir tu revista?”.
MGG: ¿Hay alguna anécdota que recuerdes más que otras?
JB: Pues, dejando de lado el hecho inmensamente placentero de que fueras tú quien llevaba las relaciones públicas de alto nivel de aquella revista, sí que hubo una anécdota relacionada con la moda que no tiene nada que ver con la investigación pero me hizo reír mucho. Resulta que el increíble diseñador Karl Lagerfeld nos había dado una entrevista en exclusiva y estábamos terminando de montar la portada; al ver su foto Mario preguntó que quién era ese tío, y yo le contesté que posiblemente era uno de los diseñadores más influyentes del mundo. Como no pareció creerme mucho llamó por teléfono a su mujer, la bellísima Lourdes Arroyo, y le preguntó: “Javier quiere sacar en la portada a un tal Karl Lagerfeld porque nos ha dado una entrevista, ¿tú lo conoces de algo?”. Ella, imagino que muy asombrada, le contestó: “Pues claro Mario, es conocido en el mundo entero, uno de los grandes de la moda”. Mario le dio las gracias, colgó el teléfono y me dijo: “Vale, sigue con la portada, Lourdes dice que efectivamente ese tío es importante”.
MGG: Y ahora, ¿en qué proyectos trabajas?
JB: Trabajo realizando informes diplomáticos de análisis geoestratégico para embajadas de varios países ubicadas en África. También estoy comenzando un proyecto titulado Periodismo de libro a través del cual iré publicando libros especialmente centrados en asuntos que estoy investigando. Y publicaré algunas novelas en una colección titulada Novelas Nocturnas Imaginarias.
MGG: ¿Alguno de los títulos de tus libros de investigación?
JB: El primero se titula Su Majestad Sandra Mozarowsky, la reina rota del cine español. Está basado en la investigación sobre la muerte de la actriz en 1977. Y el segundo se titula Carmen Tagle, una mujer fiscal atrapada entre las sombras del terror y el fuego amigo, e igualmente se trata de otra investigación sobre su asesinato a manos de la banda terrorista ETA, pero indagando qué había detrás de ese crimen.
MGG: ¿Y respecto a esa colección tan sugerente de Novelas Nocturnas Imaginarias?
JB: Esta será una colección que espero no deje impasible a nadie. Los dos primeros títulos ya están casi terminados, una será La domadora real, historia de un rey león domado, y el otro Una vela por Mario, dedicado a la memoria de Mario Biondo, camarógrafo de televisión y el que fuera marido de la presentadora Raquel Sánchez Silva, presentadora del programa Maestros de la Costura.
MGG: También sé que estás trabajando en una serie de libros cortos basados en el día a día de los aconteceres de la clase alta española.
JB: Sí, te agradezco que hables de esto porque será algo que posiblemente haga sonreír a mucha gente puesto que la ironía y la picaresca serán los referentes principales. La colección será L’etat du palais y el primer título Letizia no me come nada.
MGG: Verdaderamente, Javier, eres un chico malo, como escribió de ti el periodista José Díaz Herrera. Mil gracias Javier por esta entrevista, es un verdadero placer charlar contigo.
JB: Sin duda lo soy, y si algún día me desvío de ese camino te pido por favor que me llames al orden, ser bueno en el periodismo es sinónimo de aburrido. Gracias a ti Maribel, amiga mía.
Maribel Ortíz
Vizcondesa de Garci-Grande
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